Lección 8. REGLAS PARA UNA CONVERSACIÓN EFECTIVA


Gánese la Confianza 

La gente tiene conceptos equivocados de lo que somos y lo que creemos, por eso nos conviene iniciar aclarando puntos que sean comunes, por ejemplos preguntemos: 

• ¿Cree usted que solamente hay un Dios? 
• ¿Cree usted que Jesucristo nació de una virgen? 
• ¿Cree usted que habrá recompensas y castigos? A estas cosas por lo general la gente contesta que Si, digámosle entonces: "Nosotros también". 

Disimule las Creencias Ajenas 

No debemos atacar los ídolos, ni el sábado, ni alguna otra creencia herética o incorrecta. Si queremos que un pordiosero se ponga una ropa limpia que le regalamos, no debemos burlarnos de su ropa, ni insultarlo por tenerlas sucias y viejas; démosle la buena ropa y él dejará la otra (Mateo 9:16-17). 4.3. 

Deje Hablar a la Otra Persona. 

No interrumpa. Ellos le dejarán hablar a usted, si usted les escucha también. Conviene oír a los demás para conocerles mejor. "Porque de la abundancia del corazón habla la boca". Mateo 12:34. 


No Contradiga 

Cualquier cosa que digan las personas, no debemos contradecirlas. Ejemplos: A una hermana le presentaron una astilla de la Cruz de Cristo. Ella dudó que fuera auténtica, sin embargo, sin contradecir preguntó: ¿Qué le gustaría a usted más, tener una astilla o la Cruz entera?, y luego otra pregunta, ¿Tener la cruz entera o a Cristo?, a lo que contestó la interrogada: "Pues a Cristo", inmediatamente la hermana dijo: "Pues a ese Cristo le traigo yo" y comenzó a predicarle el Evangelio.

No Discuta

Este versículo dice claramente que toda controversia es "sin provecho y vana". De nada sirve ganar la discusión sobre tantas cosas que la gente quiere discutir. Concretémonos a hablar de Cristo y éste crucificado. La mejor manera de ganar las discusiones es evitándolas, pero siempre tenga en cuenta que es mejor perder una discusión y ganar el alma, que querer ganar la discusión y perder la oportunidad de predicarle de Cristo a un alma. 

Encause la Conversación Hacia Cristo Jesús 

Nuestro objetivo es hablar de Cristo y de este crucificado, y aunque tengamos que contestar preguntas que nada tiene que ver con nuestro objetivo, volvamos cuanto antes a hablar Él.